lunes, 5 de junio de 2017

Ejercicio de mascara






Grosero. Eso es a lo que esta mascara me remite. Lo forunculoso, lo poco uniforme, el exceso de colorido en la forma sin armonía, lo rocoso de su asperidad, la flor sin justificación en su rostro, el pétalo masticado, como si de masticar el único intento de belleza, que el sujeto poseía se tratara.

Es un ogro, no es mas que eso. No hay sentido alguno en su forma. Su mirada es extraña, se me oculta su finalidad, esta fuera de campo.

Pero por sobre todo, grosería. Atenta contra el buen gusto y la curva deliciosa y conocida a la que, acostumbrados, tomamos como muestra de la belleza.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario